Todos hemos estado alguna vez en esta situación..
Alguna
vez ha pensado en cuántas decisiones tenemos que enfrentar cada día o en el
proceso mediante el cual las tomamos? Puedo decirle que hay una manera correcta
y una incorrecta de hacerlo, y puede resumirse en dos palabras: principio y
preferencia.
Un
principio es una norma moral basada en la Palabra de Dios. La Biblia es el
fundamento de lo que creemos y, por consiguiente, debe ser nuestra guía para la
toma de decisiones. Ella nos ayuda a entender que los principios divinos fueron
dados para nuestra protección, no para aguarnos la fiesta.
Pero
cuando actuamos según nuestra preferencia, nos dejamos llevar por las
circunstancias y somos dirigidos por nuestros gustos, antipatías y deseos. Una
persona que actúe de esta manera pudiera concluir: El día está demasiado lindo
como para ir al trabajo; voy a llamar para decir que estoy enfermo. Las
decisiones basadas en sentimientos conducen a engaño y manipulación —una manera
peligrosa de vivir, y un ejemplo destructivo para los demás.
La
Biblia ofrece incontables ejemplos de personas que tomaron malas decisiones
derivadas de un interés egoísta. Pero también da ejemplos inspiradores de
quienes vivieron de acuerdo con los principios de Dios.
Analicemos
lo que sucede cuando tomamos decisiones que agradan al Señor, sin tener en
cuenta la conveniencia, el beneficio o la aprobación. Mantenernos firmes nos
dará siempre la oportunidad de depender de Dios. Si lo hacemos, descubriremos
lo que sabían los héroes de la Biblia: que nuestro Dios es fiel.